El arte del pedido sugerido: cómo acertar con ayuda del análisis y la automatización.
El pedido sugerido sigue siendo uno de los grandes retos para cualquier equipo comercial al momento de colocar un producto. Muchas empresas utilizan métodos simples, como el promedio de las últimas compras. Otras van un paso más allá: calculan ese promedio, le restan el inventario actual del cliente y le suman la mercancía en tránsito (si aplica).
Aunque no hay una fórmula universal, una buena práctica consiste en vincular el pedido sugerido con la rotación del producto. En otras palabras, no se trata de vender más, sino de vender inteligentemente. Aquí es donde las herramientas de ventas como Denario marcan la diferencia: permiten configurar reglas personalizadas para cada cliente, integrarse con sistemas como el ERP, y visualizar el inventario que el cliente ya tiene en piso. Esta visibilidad puede cambiar por completo el panorama de ventas.
Como ya mencionamos en artículos anteriores, no conviene saturar al cliente con productos que no se van a mover. La clave está en encontrar el punto óptimo de pedido. Existen diversas formas de calcularlo, siendo algunas de las más comunes:
Modelo EOQ (Economic Order Quantity): Estima la cantidad ideal de pedido minimizando los costos de almacenamiento y pedido.
Análisis ABC: Clasifica los productos según su importancia para tomar decisiones más precisas.
Predicción por IA y análisis de datos: Cada vez más empresas usan Inteligencia Artificial para predecir la demanda según estacionalidad, rotación y comportamiento histórico.
Cada cliente es único. No es lo mismo planificar pedidos para productos perecederos, que para artículos de belleza o juguetes con alta demanda estacional. Aquí es donde el software de gestión de ventas y la automatización de ventas se convierten en aliados imprescindibles.